Hoy tratamos de prendas que prácticamente ya nadie usa y muy difíciles de
conseguir en el mercado. Casi seguro que personas que todo lo guardan tendrán
algunas en el armario.
Muchos
recordarán a sus abuelas con una toquilla,
una especie de pañuelo de punto, generalmente de lana, que usaban las mujeres
como abrigo y que les cubría los hombros y los brazos. También a los niños de
pecho se los envolvía en una toquilla, aunque esta era, generalmente, de tonos
claros. Ahora resulta fácil adquirirlas para los bebés, pero no para las mujeres.
En zonas rurales todavía puede verse a algunas mujeres mayores que la usan,
pero cada vez será menos frecuente.
Del mismo
estilo y casi para los mismos fines es la pelerina.
Como la toquilla, también es de punto pero con forma de capa corta y solo cubre
los hombros. La usaban las mujeres más dentro de casa que fuera de ella.
Para estar
sentadas en la cama, sobre todo después de un parto o para recibir a las
visitas cuando estaban enfermas, usaban la mañanita.
Era de punto o de tela y les cubría desde los hombros hasta la cintura.
En vez de llevar abrigo, sobre
todo en los pueblos, las mujeres llevaban chal.
Solía ser de lana o paño y les tapaba todo el cuerpo, desde los hombros hasta
la rodilla. Hoy casi todas las mujeres tienen uno (al que llaman también pashmina), pero de seda o gasa, bastante
más corto, que llevan como adorno preferentemente en el buen tiempo.